Estación Primavera Entrega #2
No todos los llamados llegan con trompetas ni rayos desde el cielo. La mayoría empiezan como un susurro—una inquietud suave, una pregunta que no se va, una compasión que arde sin razón clara. Ese susurro es a menudo el inicio de un proceso largo, pero profundamente significativo: el despertar al propósito.
El problema es que vivimos rodeados de ruido. Entre distracciones, obligaciones y expectativas ajenas, es fácil ignorar ese murmullo interior. Pero si aprendemos a detenernos, a escuchar con atención, descubrimos que Dios sigue hablando. Y lo que comienza como una sugerencia tenue puede convertirse en una dirección clara y firme con el tiempo.
Despertar al llamado no siempre significa cambiar de ciudad, de carrera o de entorno. A veces significa ver lo que ya hacemos con nuevos ojos. Entender que Dios nos quiere disponibles, no perfectos. Y que su voz, aunque baja, tiene un poder que puede cambiar nuestra historia si aprendemos a reconocerla.
Versículo clave: “Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.” —Juan 10:27
Dr. Jonatán Lewis – Fundador y Presidente de Go Global Network